6 Oraciones De Sanación Espiritual ¡Simples!

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Te lo pedimos por intercesión de María Muy santa, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz. La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre. Te lo solicitamos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu hermosa sangre. Hay una promesa de Dios para ti que a tu vida traerá mucha paz.

Jesucristo, señor salvador del mundo, fuente de salud y de consuelo tú que hiciste volver de la desaparición a Lázaro lleno de sangre tu que has dicho con tu oración “Acérquense a mí los que padecen y padecen”. Acudo a ti en este momento en el que la enfermedad cae sobre la fragilidad de mi cuerpo y espíritu. Ten piedad Señor de los que estamos sin fuerza, prácticamente sin sangre en mi corazón Devuélvenos la salud y la esa de la vida Oh, señor Jesus, tu que dijiste “Bienaventurados los que lloran porque van a ser consolados”.

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Tú que castigas a los que amas, como el padre que castiga al hijo rebelde a quien acumula, te agradezco por todas y cada una de las veces que sufrí al sentir tu mano caer sobre mí, pero siempre llena de misericordia. Aumenta mi fe en Tu Poder, Señor, y en el Amor infinito que tienes por mí. Incrementa mi fe, Señor, que en ocasiones está tan debilitada. Trabaja en mí una curación espiritual profunda y, si deseas, también una curación física. Es por eso que el día de hoy, Señor, de una manera particular, quiero pedir la cura de todo tipo de anomalías de la salud, en especial aquellas que me afligen ahora mismo. Al pie de la cruz, participaste en el dolor de Jesús, con fe estable. Guardar mi nombre, e-mail y sitio web en este navegador para la próxima vez que realice un comentario.

Porque deseo vivir y ser testigo de tu misericordia en mi vida. Desde este instante y para toda la vida te voy a estar complacido pues sé, que no tienes que abandonarme en tan duro instante. Esperaré paciente en la paz que procede de tu mirada y del amor del Padre.

que has atesorado el cariño del Todopoderoso desde muy pequeña, te hiciste por tu distribución y padecimiento merecedora de su felicidad. El día de hoy quiero sugerirte mi vida, para que, por medio de tu mano sanadora, me concedas la sanación de mi cuerpo y me liberes de la terrible patología que padezco. Solo tienes el poder que viene de lo alto, para devolver a mi cuerpo el vigor y la vitalidad que precisa, para continuar mi obra en este planeta. Dame, impoluta madre la fuerza que necesito para soportar los tratamientos que tienen que utilizar en mi cuerpo. Y así como devolviste la salud a aquel hombre desahuciado, se lleve a cabo en mí tu obra y logre erguirme nuevamente para venerarte. Santa Rita amada esposa de Dios, aboga por mí frente al Altísimo. Con tu dulce voz eleva hasta su oído mis súplicas para que, en la magnificencia de su amor, esta enfermedad desaparezca de mi cuerpo entero.

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Envíame tus ángeles administradores de paz, unidad, salud y prosperidad. Padre Santo, te lo suplico, sana mi vida, mi historia personal, perdóname, ayúdame, libérame, bendíceme. Que por intercesión de la Inmaculada Concepción de María nos concedas la sanación a partir del momento de nuestra concepción, la de mis antepasados y la de mi descendencia.

• Dales consuelo, alivio y prende la luz de la esperanza en sus corazones a fin de que, con el acompañamiento de la promesa y la fe, logren sentir el cariño del universo.

Me desprendo de mi falta de fe y me entrego a Ti. Gracias, Señor Jesús, porque sé que estás aquí sanándome y bendiciéndome.

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Siempre que lo consideremos oportuno, podemos efectuar unaoración para un enfermo. Y de manera que pueda recobrar su salud con una oración por la salud. Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a N., que está enfermo y precisa ser curado en el cuerpo y en el espíritu. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a localizar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, a fin de que también sean testigos de tu poder y de tu compasión. Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma que están orando y oyendo los testimonios de lo que Tú haces por tu Espíritu renovador en todo el mundo. Pídale a su amado Hijo que ha sanado a muchos enfermos en los caminos de su tiempo, que tenga compasión de nosotros, que sea nuestra fortaleza. Que Dios nos dé salud para servirle siempre, para cuidarnos unos a otros.

El poder sanador de la oración es una parte integral de las enseñanzas de Jesucristo. Una de las primeras cosas que Jesús les enseñó a sus seguidores fue de qué manera rezar, explicándoles el enorme poder de la oración para cambiar las circunstancias. Dios jamás nos deja solos, por eso existen protectores que nos acompañan y también interceden por nuestras peticiones. En el momento en que tengamos cargas que sintamos que son inviábles, tenemos la posibilidad de asistir asan judas tadeo, es el patrono de lo irrealizable, y sin lugar a dudas nos ayudará a sobrellevar esa carga. Si requerimos piedad, un favor muy grande, podemos asistir a nuestra Virgen, la magnifica, o también a santa rita, la patrona de los necesitados. Ten piedad Señor de los que están sin fuerza, devuelves la salud y quedaran sanos.

No obstante, a lo largo de Su corta vida en la tierra, Jesús curó a bastante gente que acudieron a con fe honesta. Si bien siempre debemos buscar una atención médica adecuada para todo lo que nos aflija a nosotros o a nuestros conocidos cercanos, Dios asimismo desea que nos acerquemos a Él. Una forma de hacerlo es a través de la intercesión de los santos. Tu sangre hermosa me libre de las tentaciones y de todo mal.

Te deseo bendecir por toda la eternidad con mi testimonio de vida. Sé que tu amor se derrama en mi vida en estos momentos y estás tocando lo profundo de mi corazón, sanando toda herida, toda frustración, todo mal. Tal como sucedió con el Rey Naamán, una oración de sanación interior simple también puede sanarte a ti, porque no es la oración en sí, sino más bien TU FE. Rezar por personas necesitadas, enfermas o con otros inconvenientes, es un aspecto fundamental en la vida espiritual del fiel. Así sea que se trate de familiares, amigos o aun extraños, siempre debemos orar por la salud del prójimo.

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