Oración A San Francisco De Asís Por La Paz De Todo El Mundo

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¿De qué manera puedo , hombre del siglo XXI, ser instrumento de paz? Pacificando mi corazón, serenando los ímpetus de mi vida, integrando mis deseos con los deseos de Dios, impregnando de oración todos y cada uno de mis actos.

San Francisco es un santurrón que siempre nos responde trayendo paz y esperanza a nuestras vidas. San Francisco es un santurrón que está relacionado con la búsqueda de serenidad y espiritualidad. Reitera está oración todas las noches antes de dormir. Te puedo asegurar que harás un individuo con una mejor vida. En las 31 oraciones de este libro, agrupadas en seis capítulos y un epílogo, hay una progresión. Desde orar con expresiones de San Francisco pasa a la oración de intercesión que fluye de las situaciones de la vida. Luego a la oración inspirada en las enseñanzas del Beato, para abrir por fin un camino de contemplación en las almenas del alma.

Oraciones Cortas A Jesús Sacramentado

Pues es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna. Primeramente por el regalo que piensa entregar la eternidad a un individuo cercano y porque me hace consciente que al reino de Dios sólo podré llegar por esa íntima renovación de mi corazón, de mi predisposición a la santidad, a la luz de la santidad y caridad de Dios. Me permite comprender que nacido con la mácula del pecado Cristo me ha lavado en el bautismo y que debido a mi patología, mi pobreza y mi debilidad su amor me socorre otorgándome su indulgencia por medio de su santa Madre.

Es una fiesta del amor —popular como la Porciúncula— ya que en la capilla de Santa María de los Ángeles, construida sobre la Porciúncula, a pocos km de Asís, se asentó la primera comunidad franciscana y allí murió el poverello de Agarráis. Como para San Pablo, la cruz de Jesucristo fue para Francisco su único orgullo. La cruz, la sabiduría de la cruz, este es el terrible misterio de Francisco. Un misterio inexplicable, que sobrepasa el entendimiento humano y que sólo el Espíritu Santo puede enseñar a quienes contemplan incansablemente la cara del Crucificado Resucitado aceptando perderse en Él, para ofrecerse íntegramente a Él. Esta sabiduría se revela solo a los pequeñísimos de corazón y de alma, así sean enormes o pequeños según el planeta. Sólo conoce este secreto quien acepta vivirlo de verdad en igualdad de condiciones con Jesús. El misterio de Francisco, la clave de su éxito, no es haber proclamado las verdades candentes del Evangelio sino más bien haberlas vivido con las manos desnudas, intentando encontrar nada más que estar unido a Jesucristo por todos los poros de su corazón y de su piel hasta recibir los estigmas de la Pasión.

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Esa alegría nacía de su gran capacidad para el asombro; Francisco observaba todas las cosas y todos y cada uno de los acontecimientos con facilidad e inocencia de espíritu. A la alegría se unía su independencia de espíritu y la espontaneidad de quien ha hecho del amor la ley suprema y está totalmente unido a Dios. Este santo asimismo es benefactor de los animales, bien conocido por sus milagros para estos seres vivientes. La fe para la curación de las mascotas fué de tal modo que es muy solicitado para estos favores. San Francisco de Asís se encuentra dentro de las figuras más humildes y caritativas en la narración de Edad Media ligadas a la Iglesia cristiana. Su historia alejada y su liberación material de las posiciones hicieron transformar el campo espiritual de entonces y se convirtió en todo un ícono religiosos de la época.

Conocida también por la oración de la paz, esta oración franciscana contiene un mensaje lleno de buenos propósitos y deseos. Nos sugiere que donde haya odio que llevemos el amor, y donde haya tristeza que llevemos la alegría. Christian Renoux registra como primera traducción al inglés popular la versión aparecida en 1936 en Living Courageously, un libro de Kirby Page ( ), ministro correspondiente a los acólitos de Cristo, pacifista, escritor y editor de The World Tomorrow . Page atribuía precisamente el artículo a Francisco de Agarráis.​ No obstante, existiría otra traducción previa de la oración en inglés publicada en la revista cuáquera Friends\’ Intelligencer de Filadelfia en el primer mes del año de 1929, que habría tenido una difusión menor, y donde asimismo se atribuía la autoría a San Francisco de Asís. Desde ese momento todos los textos atribuyeron la oración al «santurrón de Agarráis».

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• Entonces el marqués La Rochethulon escribió al periódico para clarificar que no era una oración de Souvenir Normand, pero eligió no nombrar la versión original en el boletín La Clochette, la primera publicación donde apareció.

Renunció a la riqueza de su familia para seguir a Dios y ayudar a reconstruir su Iglesia. En este momento buscaba a las personas que en otro tiempo había evitado y las servía con alegría, observando a Dios en la cara de todas ellas. Su firme deber de ser útil a Cristo atrajo a mucha gente hacia él. El fundador de los Franciscanos, la orden femenina de Santa Clara y la orden laica popular como Orden Tercera de San Francisco jamás deseó en realidad conformar una orden religiosa, pero siempre y en todo momento se sintió atraído por la idea de “fraternidad”.

Todo en san Francisco es espíritu de oración, alabanza y devoción, y amor ferviente y descuidado a Dios y a los que le rodeaban. Excepto la Oración ante el Crucifijo de san Damián y la Carta a toda la orden, todas las otras oraciones de san Francisco exudan el perfume de la alabanza, de la acción de gracias, de la caridad, de la fe, de la promesa y la devoción. Orar para vaciarse de sí y, en la humildad, llenarse del Señor.

Por otro lado, nuestro «Directorio Franciscano» no muestra la oración atribuyendo su autoría al santurrón de Asís, sino que la titula «Oración franciscana por la paz»,​ de este modo llamada por reflejar el espíritu de esa congregación. Merced a este santo, varios de los leales católicos actualmente pueden entrar a muchas oraciones, esto animado a que en sus escritos el dejo registrados varios de estos rezos. En el año 1206 San Francisco de Asís recito muchas de estas oraciones en la popular Iglesia de San Damián, entre los rezos más conocidos es “Déjanos llegar a ti” oración extraída de la carta a los fieles. A este fin les suplico, por las intenciones del Romano Pontífice, por la ensaltación de la Santa Iglesia, por la paz de los gobiernos cristianos y por la conversión de todos los pobres y desgraciados pecadores. La indulgencia no es un camino sencillo sino más bien un apoyo en el caminar cotidiano desde la humildad de nuestra pobreza, de la conciencia de la propia enfermedad y que me une con el cuerpo místico de Cristo. Siguiendo el ejemplo de san Francisco uno puede llenarse de gozo imitando esa profunda conversión del beato de Asís, tomando como ejemplo su historia auténticamente penitencial y esa perseverancia en la búsqueda de la santidad por medio del camino de la fe.

Además de esto, siendo el patrón de los animales, se busca el amor hacia las mascotas del hogar, que brindan su cariño sin limitaciones. Por ello, estas oraciones son dirigidas a campos más espirituales que físicos, a fin de que de esta manera se obtenga una respuesta efectiva y rápida a las adversidades con las relaciones amorosas y familiares que tienen la posibilidad de estar pasando por instantes muy difíciles. Con esta oración se solicita tres elementos fundamentales serenidad, valor y sabiduría para vivir mejor realizando el bien y convivir sanamente con el prójimo.

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La tarjeta de oración de San Francisco es 3.75″ x 2.75″. Puede agregar enlace de costura o cinta de opciones y emplear estas tarjetas de oración como marcadores o etiquetas. Los bordes están ligeramente estresados con tinta de socorro. Autores, artistas y personajes conocidos de todo el mundo entero, como la Madre Teresa de Calcutta y el Dr. Wayne Dyer, han empleado esta oración en sus obras espirituales. Asimismo se puede ver que esta oración busca dejar atrás el egoísmo, esto motivado a que en la misma oración se solicita dejar de buscar atención y favores para sí mismo, en vez de eso, se cuenta que la manera más óptima de recibir es dar, y todo cuanto le demos al universo es lo que iremos a recibir. En pocas palabras, este es un rezo que invita a la acción, a no solo soliciar y esperar algo del resto, sino también de lo que tenemos la posibilidad de compartir.

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