Oración De Sanación Interior

2020-03-10
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oraciones de sanacion interior

Hubo ocasiones que precisé que mi madre me acunara en su pecho y me meciera y me contara cuentos infantiles como únicamente sabe llevarlo a cabo una madre. Envíame a tu madre, María, para que me estreche en su regazo, me dé calor y me lleve a cabo todo lo que una madre hace para brindarle a su hijo ternura y seguridad. Permíteme sentir su amor maternal tan conmovedor, confortante y profundo que nada ya logre separarme de ese amor otra vez.

  • Confío en Ti y en tu poder, en tu milagroso amor que es con la capacidad de ablandar hasta el más duro y triste corazón, confío en que darás oído a esta humilde oración y que me vas a dar aquello que tanto necesito, tu consuelo y tu perdón.
  • “Señor Jesucristo, el día de hoy quiero perdonarme por todos mis errores, faltas y todo cuanto es malo en mí y todo cuanto pienso que es malo.
  • Exactamente el mismo Santurrón Padre, Juan Pablo II, mencionó que los grupos de oración son una de las herencias espirituales más hermosas que nos dejó el beato.

Descubrirás a un gran maestro de oración, y un enorme conocedor de las ánimas que te mostrará como hallar la paz y la libertad interior. Te vas a dar cuenta de que la mística es para todos, y sobre todos para los humildes, los pobres y los más heridos dentro suyo. Si te sientes herido, si piensas que la sanación la hallarás en Dios, y de esta forma lo sé yo por mi propia experiencia, te animo a que te unas a nuestra comunidad. La doctrina de San Juan de la Cruz no es para unos pocos elegidos, es para todos. Revela por medio de este enorme místico y maestro espiritual un camino de sanación interior aplicable a los que vivimos en el mundo.

Liberación Interior

Nos vamos a Ti, a fin de que sepan que Tú has fallecido en la cruz, no solo por sus pecados, sino más bien también por sus profundas heridas sentimentales y sus recuerdos dolorosos. Te rogamos, Señor, que sanes todo lo herido y roto que haya en . Ayúdales a quererse a sí mismos, a admitir tu perdón, a perdonarse a sí mismos y perdonar a otros. Señor, ellos pueden que se sientan impropios, inadecuados o inferiores; quizás se sientan feos, tímidos, patosos o que no hacen nada bien. A lo mejor les llamaron apodos que no les agradaron, e incluso de mayores pueden sentirse inseguros y no amados. Señor Jesús, llévate sus sentimientos de fracaso, de vergüenza, decepción, responsabilidad o timidez. Te pedimos que los liberes de toda fuerza negativa que les mantuvo en la esclavitud y les ha separado de vivir una vida abundante y victoriosa.

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Jesús, te pedimos que rodees nuestra infancia con tu luz y que toques aquellos recuerdos que nos previenen ser libres. Si lo que más necesitamos cada uno fue más cariño maternal, mándanos a tu Madre, la Virgen María, a fin de que nos dé lo que nos falta. Pídele que nos abrace a cada uno, que nos arrulle a cada uno de ellos, que nos cuente cuentos y llene el vacío que necesita el calor y el consuelo que solo una madre puede dar. Amado Señor, hazles entender cuánto les amas y que ellos son la pequeña de tus ojos.

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nos conoces mucho mejor que nosotros mismos; por ende, llena con tu amor todos y cada uno de los rincones de nuestro corazón. Donde desee que halles – el niño herido -, tócalo, consuélalo y pónlo en independencia. “Señor, perdono a mis hermanos y hermanas que me rechazaron, dijeron patrañas de mí, me odiaron, estaban resentidos contra mí, competían conmigo por el amor de mis padres; me hirieron físicamente o me hicieron la vida desagradable de alguna forma. Señor Jesucristo, el día de hoy te pido la felicidad de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida.

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“Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que son desagradables o me hacen la vida irrealizable. Por aquellos que me cargan con su trabajo, cotillean de mí, no cooperan conmigo, intentan quitarme el trabajo. “Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos, que hayan interferido en la familia y hayan causado confusión, o que hayan enfrentado a mis progenitores. “Señor, perdono a mis hijos por su falta de respeto, obediencia, falta de amor, de atención, de acompañamiento, de entendimiento, por sus malos hábitos, por cualquier mala acción que me puede perturbar. “Señor Jesucristo, hoy deseo disculparme por mis errores, faltas y todo cuanto es malo en mí y todo cuanto creo que es malo. Señor, me perdono por algún intromisión en ocultismo, usando tablas de uija, horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en balde, no adorándote; por herir a mis progenitores, emborracharme, usando droga, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, hurtar, mentir.

Tus perfectas manos fueron la que me diseñaron para un propósito particular, pero el tiempo, la vida y mis malas decisiones me llevaron por caminos espinosos que terminaron ocasionando grandes fallas en mí. Deseo dejarte en este momento ciertas otras oraciones de sanación, que puedes rezar a lo largo del día cuántas ocasiones creas necesario y lo sientas en tu corazón. Quiero unirme a los coros celestiales, a todos los coros angelicales y glorificarte con todos ellos. Te deseo bendecir por toda la eternidad con mi testimonio de vida. Para quien esta dirigida Cuales son sus efectos en la vida de quien se permite tocar tan grande don concedido por Dios Como rezar por la sancion interior?

Entra a mi corazón y renuévame, quita de mí las indecisiones, la tristeza, la melancolía, todo sentimiento de fracaso, de depresión, fobias, temores, miedos. Mueve tu mano sanadora en mí, mueve Señor, tu mano poderosa para sentirme fortalecido. Señor Jesús, sé que me amas y me bendices, todos y cada uno de los días te alabo, te bendigo, te doy gracias por el hecho de que eres grande y fantástico, bendito seas. En este momento quiero entregarte, darte, donarte mis problemas por el hecho de que sé que Tú me puedes ayudar, porque sé que Tú me puedes dar la paz que necesito. “Derrama tu paz, Señor de mi vida”, dice Isaías en el capítulo 6 que es príncipe de paz. Me gustaría que leyeras el capítulo 5 del segundo Libro de Reyes a fin de que leas cómo sucedió la sanación del Rey Naamán.

Jamás he podido sobreponerme completamente a ciertas experiencias que tuve cuando me estaba conociendo a mí mismo, lo que significa ser persona. Te pido, Señor Jesús, que sanes todas y cada una de las vivencias que tuve como adolescente; las cosas que hice y que me hicieron y de las que jamás he sanado. Entra en mi corazón y quita todas y cada una de las experiencias que me causaron sufrimiento o vergüenza.

Renuncio a todas las heridas que están en mi alma, Señor Jesús. Denuncio toda forma de furia, amargura y resentimiento, y ordeno a todo espíritu maligno que ha entrado en mi cuerpo por carecer de perdón que se vaya en este momento, lo echo fuera de mi vida por el poder de la sangre de mi Señor Jesucristo. Señor Todopoderoso y eterno, vengo frente a ti ahora en gran necesidad de tu misericordia. Te pido que mandes tu poder sanador a cada área interior de mi alma.

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