Oración De Sanación Interior Para El Corazón Afligido Y Con Temor

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Esa noche, no pude reposar porque algo en el corazón me decía que debíamos volver. Ese día mi vida cambió, me llené de paz, de amor, de seguridad, de fe. A mi hermana la operaron de cáncer de tiroides, yo le di a tomar agua del Manantial del Santuario que me dio una de mis compañeras del conjunto de oración. Mi hermana, tras tomar el agua y orar con fe a la Virgen, y por su parte, darle las gracias por haberla sanado, debió ir un año a control para un rastreo y todo está detenido.

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Cabe mencionar que jamás en mi vida me sentí tan feliz como en esos días que estuve allí, regresé a mi casa, me reconcilié con mi marido , dejé de tomar todos los fármacos , la psiquiatra me dio de alta. La fe desplaza montañas y convierte los corazones, no permitamos que Satanás venza en nuestras vidas. Vamos a comprometernos con Nuestro Señor Jesucristo. ALEJARNOS DEL MAL Y BUSCAR A DIOS NUESTRO SEÑOR. Alabado sea el Señor y la Virgen. Gracias Madre y Padre, por todas y cada una de las maravillas que me prosiguen dando.

• Nuestras iniciativas deben promover aplicadamente, la prevención y los especiales para vivir una vida sana en las familias y comunidades.
• Bendita seas por siempre y en todo momento la Inmaculada Hija de Dios, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Esposa y portadora del Espíritu Santurrón, Corredentora y Madre Nuestra.
• Reconocemos que todos nosotros es un “envase de barro” (2 Cor. 4,7), de cuerpo y mente frágil.

Los tumores se localizaban dentro del ojo. Había un torrente de células cancerosas que alimentaban los tumores.

Señor, transfórmame con tu poder y tu clemencia. Bendito seas Jesús, bendito sea tu Beato Nombre. Señor Jesús, sé que me amas y me bendices, todos los días te alabo, te bendigo, te doy gracias por el hecho de que eres grande y maravilloso, bendito seas. Ahora mismo quiero entregarte, ofrecerte, donarte mis problemas porque sé que Tú me puedes ayudar, por el hecho de que sé que me puedes dar la paz que necesito.

Prácticamente 4 miles de individuos siguen las páginas de Aleteia en las comunidades. está leyendo este artículo merced a la generosidad suya o de otros varios lectores como usted que hacen viable este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le mostramos Aleteia en números para darle un concepto. Siempre vamos a ser liberados y sanados, pero no debemos olvidar que estamos en el mundo y somos presas de error, debilidad, vicio y debilidades de la carne. Hay que buscar una dependencia total y absoluta del Espíritu Santurrón, que en sí es una fuente muy vigorosa de curación y liberación. Es importante tener intimidad con la Palabra de Dios. Es requisito orar con la Palabra, leerla diariamente.

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Sé que tu amor se derrama en mi vida en estos instantes y andas tocando lo profundo de mi corazón, sanando toda herida, toda frustración, todo mal. Tal como sucedió con el Rey Naamán, una oración de sanación interior fácil también puede sanarte a ti, por el hecho de que no es la oración en sí, sino TU FE. El católico sabe que la comunicación y cercanía con Dios puede ser infinita. Sentir la sanación que nos da el espiritu santo en todos y cada tempestad, es de las mejores experiencias que puede sentir un cristiano. Para aproximarnos más a él, no basta solo con rezar el padre nuestro todos los días; debemos rezar en la mañana y llevar a cabo la oracion de la noche, pero sobre todo, debemos ser hijos agradecidos y bondadosos, para ganarnos de esta forma, su clemencia cuando lo necesitemos.

Cura mis emociones, cierra las lesiones ocasionadas por mis heridas, odios, frustraciones o rencores. que castigas a los que amas, como el padre que castiga al hijo rebelde a quien atesora, te agradezco por todas y cada una de las veces que padecí al sentir tu mano caer sobre mí, pero siempre llena de clemencia. Señor, por honrarte e informar a ti gracias y alabanzas, cuánto me enriqueces, sin dejar que me falte lo que necesito, coronando con gran éxito todos los viajes que no siempre son simples. Incrementa mi fe en Tu Poder, Señor, y en el Amor infinito que tienes por mí. Aumenta mi fe, Señor, que a veces está tan debilitada. Trabaja en mí una curación espiritual profunda y, si deseas, también una curación física.

Sáname con tu sagrada mano y tu vigorosa palabra, así como lo hiciste con los paralíticos, ciegos y demás enfermos que necesitaban de la asistencia de Dios. Jesucristo, en tus manos encomiendo mi salud física y espiritual, pues confío en ti y nada malo me va a suceder.

Se que falta de sanar, pero para eso cada vez tengo que ir transformándome y medrando en fe. Ahora van un par de veces que tengo la oportunidad de ir al Santuario. La primera vez fue tras una operación de cáncer. El diagnóstico fue desalentador, pero yo acepté la Voluntad de Dios y cogí con bastante amor esta cruz tan pesada, por el hecho de que tengo tres hijos, y como toda madre, mi angustia era dejar desprotegidos a mis hijos de 10, 6 y 2 años. Me entregué a Dios y confié absolutamente en sin pedir mi sanación. Pero al momento de operar el corazón de mi madre, el doctor no tuvo que mudarle la válvula, sino más bien la reparó, sí, como lo oyen, la repararon y no va a necesitar pastillas y va a poder llevar una vida habitual, y más que nada no la volverán a operar. M.; visité el Santuario de Maranathá en el mes de Diciembre del 2005.

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Hoy coloco mi promesa en Ti y en Dios Todopoderoso. Calma mis penas, libérame de los sufrimientos y concédeme una salud especial, si eso está en conformidad con tu Voluntad y por el bien de mi alma. que de manera sabia has dicho « soy quien te da salud». Cuando vine para la celebración del Domingo de la Divina Misericordia, el 7 de abril del 2013, le dije a Jesús que si deseaba sanarme, sabía que lo haría, y si no, lo ofrecería como sacrificio por las santas ánimas del Purgatorio. Cada vez que venía con mi familia, recibíamos nuevas gracias. Poníamos en mi piel Lágrimas de Mamá María del Lago de las Lágrimas, en el Santuario de la Madre Dolorosa, y rezábamos.

Orando, tu necesidad se hace aún más fuerte para Dios, quien hallará la mejor forma de curarte. En lo que respecta a la cura interior, se habla del mal que hay en el corazón, marcado por el pecado, por el padecimiento, por el miedo, por las lesiones de la vida. Los estudios de la medicina verifican que un elevado número de dolencias físicas tienen su origen en componentes emocionales. Orar por la cura interior supone eliminar del camino aquellos elementos emocionales que son prejudiciales, a fin de que quien recibe la oración sea liberado, tramite la acción del Espíritu Santurrón.

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